Nuestro día a día y el entorno que nos rodea puede hacernos creer que comer sano es muy complicado. Mucha información que desinforma, mucho “charlatán” con recetas milagrosas, nuevos productos, y no tan nuevos, que nos prometen salud a raudales y una industria alimentaria tan poderosa que nos induce a comprar y comer alimentos que ni nos interesan, ni benefician. El caldo de cultivo perfecto para el virus de la alimentación insana.